jueves, 1 de julio de 2010

en busca de la verdad
El testimonio de un teósofo mexicano

José Ramón sordo

* * *
José Ramón Sordo es uno de los
fundadores de la Fundación Blavatsky
en México, cuyo sitio Web puede ser
encontrado en ww.fundacionblavatsky.org
Richard Robb, a quien la siguiente carta
está dirigida, es un editor de libros teosóficos
en los Estados Unidos. La carta de JR Sordo
a Robb fue publicada por primera vez
en la revista “Fohat”, de Canada, Otoño
del 2005, bajo el significativo título de
“Islas de Teosofía en un Mundo Pseudo-Teosófico”.
La presente versión del texto ha sido revisada
por el autor.

* * *
Tepoztlán, 12 de marzo de 1999

Para Richard Robb
Wizards Bookshelf
California, USA

Apreciado Richard,

(....)

Soy un mexicano, y hace cerca de veinte años, conocí a una joven húngara nacida en Australia. Pronto contrajimos matrimonio y más tarde, en menos de un año, nos fuimos a vivir en Australia, en donde permanecimos por ocho años. Ella es una artista en pintura, y yo soy arquitecto.

Cuando la conocí en la ciudad de México, ella estaba a punto de publicar un libro en español sobre yoga y meditación. Fue ella quien me introdujo por primera vez en los conceptos de reencarnación, Karma y sobre la señora Blavatsky.

Poco después de nuestra llegada a Australia, y a través de las páginas amarillas, encontramos la dirección de la Sociedad Teosófica y comenzamos a asistir a sus clases cada semana. Más tarde nos unimos a la Sociedad. En ese tiempo, no conocíamos la existencia de ninguna otra organización teosófica ni entendíamos la diferencia entre teosofía y pseudo-teosofía.

Mi esposa, Maritza, ya tenía la “Doctrina Secreta” y “Isis” en español; nosotros pensábamos que Blavatsky y la Sociedad Teosófica [Adyar] eran una y la misma cosa. Durante aquellos días comenzamos a comprar la mayor parte de las obras originales de H.P.B. en inglés, incluyendo los Escritos Coleccionados (Collected Writings), pero desafortunadamente nosotros también compramos muchos libros pertenecientes a la así llamada “segunda generación teosófica.” Fue en ese tiempo que descubrimos tu magnífica “Serie de Referencia de la Doctrina Secreta” de la cual compramos alrededor de veinte libros.

Después de tres o cuatros años, fuimos invitados a pertenecer a la Sección Esotérica de la S.T. (1986).
En 1988, en el año del Bicentenario de Australia, tuvimos la oportunidad de residir en el Manor, en Mosman, Sydney; las oficinas centrales de la S. E. en Australia. En 1989, regresamos a México.

Como tú sabes, el Manor era la residencia principal del infame Leadbeater. Su remembranza ronda por todo el lugar y todavía vive en cada esquina de la casa. En casi toda pared cuelga un retrato suyo, juntamente con aquellos de sus alumnos “iniciados” como Annie Besant, Jinarajadasa, Arundale, etc.

Un día yo estaba leyendo la Bibliografía de G.R.S. Mead en los Escritos Coleccionados de Blavatsky, Vol. XIII; y fui sorprendido por ciertas palabras escritas por Boris de Zirkoff en relación a ciertas prácticas aberrantes de C.W. Ledbeater, y luego en la librería del Manor –la cual está en el último piso, dominando una magnífica vista del puerto de Sydney– encontré la confirmación de las aseveraciones hechas por diversos libros tales como: “El Movimiento Teosófico: 1875–1925”, “El Movimiento Teosófico: 1875–1950”, “The Elder Brother”, etc.

Durante los próximos meses de nuestra estadía en el Manor, Maritza y yo nos lanzamos en una profunda investigación, usando casi todo nuestro tiempo libre comentando, diariamente, sobre el fruto de nuestras investigaciones. Al final, ambos estábamos contentos y tristes a la vez. Contentos porque fuimos capaces de deshacernos de tanta basura acumulada que habíamos estado cargando desde que entramos a la S.T.; y tristes, porque nadie en el Manor estaba anuente a oír de nuestros hallazgos.

A pesar de que el Manor es llamado por los miembros como el “Centro Oculto del Hemisferio del Sur”, la mayor parte de sus clases están basadas en las concepciones más antropomórficas escritas por Annie Besant y C:W. Leadbeater. Es algo similar a un lavado de cerebro. Por ejemplo, ellos tratan de convencerte de que Mahatma Gandhi era maligno, y que es correcto matar en ciertas ocasiones. Ellos hablan acerca de geopolítica oculta, etc.

Practican un llamado Rito Egipcio inventado por C.W. Leadbeater y Wedgwood. Es una especie de mascarada o carnaval en donde la gente de la S.E. se disfrazan de egipcios para desempeñar un rito promiscuo, que es mitad masónico y mitad misa católica. Esto es una organización secreta dentro de la Sección Esotérica. Originalmente este rito tenía dos grados: el azul y el rojo, pero ahora solo queda uno. El celebración del Rito Egipcio tiene lugar en un salón grande en el sótano del Manor, llamado “El Templo”. La ceremonia es presidida por el dirigente del Manor. Este rito está considerado por los miembros como “muy poderoso”. El clímax de la celebración es cuando el cáliz es sostenido por el sacerdote y los hermanos comulgan del cáliz y la hostia. Después de eso todos los hermanos presentes alzan sus brazos –al modo como se ve en las viñetas egipcias– y “envía fuerzas hacia el mundo”.

Como nos sentíamos muy decepcionados con la Sociedad Adyar, en nuestro camino de regreso hacia la Ciudad de México, en el aeropuerto de Los Ángeles yo hice una llamada telefónica a la Logia Unida de Teosofistas preguntando si ellos tenían alguna logia en la Ciudad de México. Me dieron dos nombres y una dirección.

En mayo de 1991, una tarde, estábamos conduciendo a través de una cierta calle en la Ciudad de México, cuando le dije a Maritza: “Mira, esa casa es la Sociedad Teosófica de Adyar en México”. La dirección me había sido dada en Sydney. Así que sin pensarlo un segundo Maritza me dijo: “Detén el auto, vamos a ver qué están haciendo”. Cuando entramos al lugar, tuvimos la suerte de ser recibidos por el propio Secretario General. Él es el mismo que te envió a ti los primeros números de Atma Vidya. En ese momento él estaba ocupado preparando un Congreso Internacional de Teosofía, que tendría lugar en un lujoso hotel de la Ciudad de México. Luego de una conversación muy animada, y conociendo que Maritza es australiana, inmediatamente la invitó a dar una conferencia, poniendo su nombre en el programa. Ella dio su ponencia en inglés.

Debido a que el smog en la Ciudad de México se estaba poniendo peor cada vez, decidimos emigrar hacia el sur. Compramos un predio de tierra en un pueblito llamado Tepoztlan, que está localizado a 40 minutos al sur de la Ciudad de México y a 30 minutos al este de Cuernavaca. El pueblo está rodeado por bellas montañas y una tiene una pirámide en su cima.

El Secretario General de la S.T., Carlos López Cerdan, tiene una casa en Cuernavaca, así que nos reuníamos frecuentemente. Tuve la oportunidad de darle un manuscrito que yo había escrito en ese entonces, mostrando la diferencia entre la verdadera Teosofía y la que está alterada. Esto tuvo un impacto positivo en él, y pronto me pidió que comenzara un curso acerca de “La Doctrina Secreta” en el centro de operaciones en la Ciudad de México y en Cuernavaca.

En una ocasión, me mostró el primer ejemplar de una revista, “Vidya”, que él estaba preparando. Me pidió mi opinión. Yo sentí que todos sus esfuerzos eran inútiles, ya que la mayoría de los artículos estaban escritos por teósofos de la segunda generación. Él entonces me pidió que yo fuera el editor. La primera cosa que se necesitaba era cambiar el nombre de la revista por Atma Vidya, y luego cambiar su contenido, presentando artículos sobre Teosofía Original. Después de eso, tuvimos muchas reuniones, tanto en su casa como en la mía. Diseñé la portada y Maritza escogió los colores y una foto de H.P.B. Se suponía que yo traduciría solamente un par de artículos, y que el resto fuera hecho por otra gente; pero cuando recibimos las traducciones vi que eran muy defectuosas, por lo que tuve que hacer el trabajo yo mismo. De repente yo estaba empeñado en un trabajo que nunca había soñado siquiera hacer antes. Para el momento en que llegamos al cuarto número, Carlos estaba finalizando su término como Secretario General de la S.T. , y ya no podía sufragar los gastos que implicaba producir una revista.

Por este tiempo estábamos en contacto con Geoffrey Farthing de Londres, y su Fideicomiso Blavatsky (Blavatsky Trust). Así que, para poder imprimir Atma Vidya –siendo inspirado por Geoffrey Farthing– nosotros formamos la “Fundación Blavatsky”, una organización teosófica independiente. Inicialmente esta asociación estaba compuesta por la mayoría de la gente que asistía a las clases de “La Doctrina Secreta”, tanto de Cuernavaca como de la Ciudad de México. Cada persona aportó una cantidad de dinero de manera que pudimos producir los números cinco y seis de la revista. Actualmente estamos preparando el número siete.

Mientras tanto, Geoffrey Farthing me pidió que tradujera su “La Deidad, el Cosmos y el Hombre” de la cual pienso que es una muy buena introducción a la Teosofía. Desde que regresamos a México, nos dimos cuenta en breve que había muy poca literatura en español acerca de la verdadera Teosofía, mientras que sí había disponible prácticamente casi todas las obras de pseudo-teosofía en traducciones procedentes de España, Argentina, México, etc. Las pocas obras originales traducidas eran muy defectuosas, por ejemplo, “Isis Develada” la que prácticamente estaba reinventada por el traductor. Cuando comparas (página por página) las versiones en inglés y español, son totalmente dos libros diferentes.

“La Doctrina Secreta” está mejor traducida pero está basada en la edición revisada de Annie Besant y arreglada en seis volúmenes que incluyen el llamado tercer volumen de “La Doctrina Secreta”. Quizás la declaración de la L.U.T. (Logia Unida de Teosofistas) al efecto de que la tercera edición revisada (??) de “La Doctrina Secreta” tiene más de 40,000 cambios y alteraciones pueda ser algo exagerada, pero yo pienso que no está muy lejos de la verdad. Hasta las Estancias han sido modificadas.

(....) Como tú puedes ver, nos espera una tarea enorme.

Mis mejores deseos para ti,
Saludos

J. Ramón Sordo

1 comentario:

Ana Castro dijo...

Cómo me alegra la manera en que los compañeros vamos encontrando el Sendero. Todo es Sendero, pero llega ese momento en que encontramos el más directo, el último y me creo que a través de las vidas hemos ido pasando por muchos caminitos que también nos han servido y a los cuales tenemos que estar agradecidos, pero el ocultismo, esoterismo, o espiritualidad, cualquier nombre es válido, para mí es lo más de lo más y doy gracias por haber llegado.