jueves, 9 de diciembre de 2010

La “Carta HPB” falsa del Dr. John Algeo

UNA OBRA MAESTRA DE FRAUDE EDITORIAL

La “Carta HPB” falsa
que el Dr. John Algeo y sus Expertos
publicaron como Carta Siete

Carlos Cardoso Aveline

En cada ocasión, a cada traidor o enemigo individual
le fue dada su oportunidad, y si no fuera por su
oblicuidad moral, hubieran podido derivar
de ella incalculable bien para su Karma personal.

(Un Maestro de Sabiduría, en “Las Cartas Mahatma”,
Carta XCI-b, edición T. U. P., p. 416)


“Si pudiéramos mirar a la H.P.B. material como un espejo
que refleja igualmente tanto lo de arriba como lo de abajo,
devolviendo a cada uno que lo confronta su propia reflexión de
acuerdo a su natural capacidad de percibir, podríamos tener una
mejor comprensión de su naturaleza. Para los que disciernen,
es una fuente de inspiración; en éste la vulgaridad, el Judas,
el que critica, y cualquier otro se vería a sí mismo reflejados.”

(Robert Crosbie, en el libro “The Friendly Philosopher”)


Ya ha sido demostrado que en el volumen titulado “Las Cartas de H.P. Blavatsky – Volumen I”, editado por John Algeo, alrededor del 20 por ciento de las supuestas cartas no solamente son falsas, sino también difamatorias.

Uno solo se pregunta por qué, a medida que iba incluyendo todos esos textos falsos en su volumen, el Sr. Algeo sintió que no debía consultarlo con la presidente internacional de la Sociedad Adyar, la Sra. Radha Burnier. En ese tiempo él era todavía el vice-presidente internacional de la Sociedad, y la Sra. Burnier le pudo haber ayudado a hacer decisiones más acertadas. Desde el punto de vista de ella, esos textos son “obviamente espurios”. [1]

Cabe la posibilidad de que en el futuro el volumen del Dr. Algeo sea recordado como un hábil intento –casi erudito en apariencia – de incluir en la literatura teosófica, y en los mismísimos escritos de H.P.B., las cartas torpemente urdidas por dos prominentes enemigos del movimiento teosófico, Vsevolod Solovyof y Eleanor Sidgwick.

Una de las piezas más destacadas de falsificación que está en ese volumen merece atención especial. La famosa carta Solovyof en la que H.P.B. es presentada como ofreciendo sus servicios a la policía secreta rusa que constituye la Carta siete en la colección de Algeo. Ha sido necesaria una "astucia política" para incluirla en el volumen, y por esto se puede decir que por lo menos en cierto sentido suedición y su inclusión como parte de los Escritos Coleccionados de H. P.Blavatsky constituyen, realmente, una obra maestra de la falsificación pseudo-teosófica.

No es el propósito del texto presente discutir qué intenciones motivaron al Dr. John Algeo y a su Comité Editorial, ya que decidieron incluir tal carta en su desafortunado volumen. [2] En cuanto a las intenciones, cada estudiante debe observar las suyas. Es inútil condenar esta o aquella personalidad. Nosotros debemos examinar los hechos, aun cuando podamos inferir parte de las causas y aspectos de los motivos.

Es a la totalidad de la escuela de pensamiento de la pseudo-teosofía y sus “procedimientos” editoriales a quienes debemos investigar y entender para poder librarnos de ella, por lo menos en aquellos círculos en donde existe un respeto significativo por la verdad y por la teosofía. Y por supuesto, esto incluye a la Sociedad Adyar.

Vsevolod Solovyof, Eleanor Sidgwick, Alex Coulomb, Emma Coulomb y otros, fabricaron mucho más que cartas falsas. Ellos crearon una Helena Blavatsky alternativa, hicieron una “doble” fraudulenta y deshonesta, una especie de muñeca vudú astral a través de la cual atacar el corazón del movimiento teosófico.

Lo que el Dr. John Algeo y su Comité de pundits teosóficos están tratando de hacer es algo diferente de lo que Solovyof hizo. Ellos sólo están tratando de revivir y de adoptar esas viejas falsedades en el nombre del movimiento teosófico, y darles una apariencia de legitimidad, al publicar esa clase de material como si en realidad hubiera sido escrito por Helena Blavatsky.

De este modo, ellos están humildemente tratando de acomodar en el centro del aura magnética del movimiento esa extraña y sutil muñeca vudú –una imagen “alternativa” de H.P.B. creada para atacar su imagen real, y para aislar y causar daño a los skandhas sagrados presentes en el centro de esa aura. Por supuesto, la ignorancia espiritual de tales editores será en el futuro su mejor defensa en la Corte Legal de sus propias consciencias.

El Dr. Algeo y su Comité están, por consiguiente, actuando sólo como línea auxiliar para aquellos que desprecian tanto la verdad como la Causa del movimiento teosófico. Debe decirse en su defensa que ellos no fueron quienes hicieron las falsificaciones. Ellos escogieron jugar un papel que es mucho más sutil e impalpable que eso. Simplemente tratan de propagar y legitimizar todas esas mentiras entre los hermanos teósofos, y ellos hacen esto usando los nombres de una sociedad teosófica y una casa editorial teosófica.

Esos textos obviamente falsos son armas, un atentado para provocar el asesinato de la reputación de ella, como se dará cuenta cualquiera que se tome el trabajo de verlo. Quizás inconscientemente para ellos mismos, el Dr. Algeo y sus asistentes están ayudando a los enemigos del movimiento teosófico. A pesar de que ya han creado una situación de dificultad Kármica para sí mismos, no es demasiado tarde para que rediman su trayectoria. Ni siquiera es muy difícil tampoco, ya que este artículo está siendo publicado en el 2010. Un primer paso para ellos para recobrar su sentido común es realizar una sincera reflexión sobre estas palabras escritas por Robert Crosbie:

“Si pudiéramos mirar a la H.P.B. material como un espejo que refleja igualmente tanto lo de arriba como lo de abajo, devolviendo a cada uno que lo confronta su propia reflexión de acuerdo a su natural capacidad de percibir, podríamos tener una mejor comprensión de su naturaleza. Para los que disciernen, es una fuente de inspiración; en éste la vulgaridad, el Judas, el que critica y cualquier otro, se vería a sí mismo reflejado.”

Estas son aseveraciones útiles para que el Dr. Algeo y sus asistentes reflexionen. La Dra. Radha Burnier debe también pensar en ellas y reflexionar acerca del Karma de permitir que la fundadora principal del movimiento sea libremente calumniada por su colega más cercano, el propio vice-presidente internacional –en aquel momento. Pero la Ley del Karma está aún en operación: varios años después de la omisión de la presidente Radha Burnier, ocurrió un fraudulento atentado de golpe de estado en contra de su liderazgo en Adyar. No fue por mera coincidencia que estuviera organizado por los seguidores del Dr. Algeo.

El libro “La Voz del Silencio” enseña esta lección a todos los teósofos.

“Siembra buenas acciones, y recogerás el fruto de ellas. La inacción de una obra de caridad, viene a ser acción de un pecado mortal. Así habla el sabio: ¿Te abstendrás de la acción? No es así como alcanzará tu alma su libertad. “ [4]

No es necesario ejercer misericordia en este caso. Es suficiente tener respeto por la verdad y por los lectores. Pero la Señora Radha Burnier ni hizo ni dijo nada aparte de admitir que esas cartas son espurias. Todavía Adyar no ha manifestado una clara defensa de HPB, ni al respecto, la Sociedad de Pasadena. Para que se interrumpa este silencio, quizás debemos oír a HPB misma. No es muy difícil saber lo que la Vieja Dama tendría que decir sobre la situación. De hecho, mientras comentaba sobre esta misma clase de ataques encubiertos, H.P.B. escribió una carta a un amigo:

“Mientas mis enemigos me despedazaban, la gente de Adyar jugaba a las “escondidas” –pretendiendo estar muertos– Oh! ¡¡pobres miserables cobardes!! (...). Te digo que yo sufro más por los traidores teosóficos que por los Coulomb, Patterson o incluso la S. I. P.” [5]

De acuerdo a la Carta siete en el volumen de Algeo, la fundadora del movimiento teosófico moderno quería trabajar para la “Tercera Sección”, la infame policía secreta rusa.

Tan pronto como se terminó de imprimir el libro de Algeo, la corporación de líderes de la Sociedad Teosófica Adyar en los Estados Unidos anunció con orgullo la inclusión de tal carta en el volumen. En su edición de Enero/Febrero del 2004, “The Quest” (la revista de la Sociedad en los E.U.A.) colocaron un anuncio en doble página que decía:

“Esta colección contiene pintorescas cartas controversiales tales como: la escrita al director de la policía secreta rusa en la cual HPB le ofrece unirse a sus filas...” [6]

La Dra. María Carlson, profesora de Idiomas y Literatura Eslovenos en la Universidad de Kansas-Lawrence, escribió esto acerca de ese escrito a HPB:

“En 1988, en la sección de archivos del respetado periódico Literaturnoe obozrenie (Revista Literaria), dos eruditos rusos publicaron una carta sumamente provocativa, dando a entender que era de Helena Blavatsky, para el jefe de la policía secreta rusa, escrita muy a finales de 1872.” [7]

Los eruditos son B. L. Vessonov y V. I. Mil’don. El Sr. Vessonov alegó que había localizado la carta en los Archivos Centrales del Estado de Moscú de la Revolución de Octubre, pero aparentemente no explicó por qué una carta tal estaba en un Museo dedicado a sucesos ocurridos hasta después de 1917.

A pesar de que el artículo de la Dra. María es claramente hostil a H. P. Blavatsky, ella tuvo que admitir, refiriéndose a los dos eruditos:

“Desafortunadamente, nada se dice en la publicación acerca de la verificación de la caligrafía, la procedencia de la carta (¿cómo fue que terminó en un archivo dedicado a eventos de 1917 en adelante?), o cualquier otro intento de autenticidad.” [8]

Esto tiene perfecto sentido sólo desde el punto de vista de esta clase de eruditos. Una investigación del origen de la “carta” llevaría a la conclusión de que estaba falsificada, y esa seguramente no era la intención de tales “eruditos”. Ellos se caracterizan por no importarles si lo que publican es verdad o es falso.

En la carta, la supuesta Helena Petrovna dice que ella finge contactarse con espíritus y, “por medio de este pequeño truco” es capaz de descubrir “las esperanzas, planes y secretos de los individuos más reservados y serios. Esto, entonces, sería útil para la policía secreta. [9]

La “Helena Blavatsky” de ficción le dice a la policía secreta rusa que a ella le habían ofrecido, después de arduas negociaciones con el Vaticano, un soborno anual de 20 a 30 mil francos a cambio de trabajar como agente secreto para el Papa. Como al final no hubo un acuerdo, la “Blavatsky” del Sr. Algeo aceptó 5 mil francos como soborno de un Cardenal Romano, a la vez que le prometía que trabajaría para el Papa en el futuro. Entonces añade zalameramente que ella prefiere aceptar dinero de la policía secreta rusa, por amor a su patria. [10]

La extraña muñeca astral vudú creada por el Sr. Solovyof y usada como una herramienta para causar daño al movimiento, confiesa ser una ladrona y apostadora.

El Sr. Algeo parece tener una afinidad con este personaje de ficción (puede que sólo a nivel editorial), porque él todavía rehúsa admitir –en el 2010– que esto es obviamente falso. La muñeca vudú escribe:

“En 1853 estando en Baden-Baden, y habiendo perdido en la ruleta, yo di mi consentimiento a la solicitud de un caballero desconocido, un ruso que ya anteriormente había mostrado interés en mis actividades. Él me ofreció 2 mil francos para encontrar una manera de obtener dos cartas alemanas (el contenido de las cuales me era desconocido) que habían sido muy ingeniosamente escondidas por el Conde polaco Kailecki, para entonces al servicio del rey de Prusia. El caballero era un militar. Yo estaba sin un centavo, cualquier ruso tenía mi simpatía, estaba incapacitada para regresar a Rusia en ese tiempo, y eso era horriblemente amargo para mí. Yo acepté, y en tres días obtuve esas cartas, con gran dificultad y considerable peligro. Entonces el caballero me informó que era mejor para mí regresar a Rusia, que yo tenía suficiente talento para ser de utilidad a mi país, y que si en algún momento decidiera cambiar mi estilo de vida y embarcarme en un trabajo serio, solo tenía que acercarme a la Tercera División y dejar mi nombre y dirección...” [11]

Es evidente que el caudal de sentido común que poseía el Sr. Algeo y su Comité no era suficiente para permitirles llegar a la conclusión de que una carta como esa es falsa. Uno debe creer que publicar este tipo de mentiras demuestra su mejor juicio. No hay necesidad de reproducir aquí la colección entera de calumnias reunidas en esa “carta”. Es suficiente decir que el texto prosigue en el mismo estilo que en los ejemplos mostrados arriba.

Todos los biógrafos teosóficos de H.P.B. e historiadores de la Sociedad Adyar muestran que Vsevolod Solovyof trató de infiltrarse e influir en el movimiento y que –habiendo fallado– se volvió contra éste, y en especial contra HPB.

Ningún historiador teosófico le dio crédito a “las historias” de Vsevolod Solovyof en contra de H.P. Blavatsky. Henry Olcott, Sylvia Cranston, Jean Overton Fuller, Howard Murphet y Josephine Ransom, todos sostienen una posición similar acerca de Solovyof. [12] Ningún líder importante de Adyar, antes de John Algeo, mostró públicamente tal falta de respeto hacia ella.

Solvyof acusó a H. P. Blavatsky de haber inventado a los Mahatmas y las enseñanzas teosóficas. Tal acusación se contradice a sí misma, porque eso significaría que H.P.B. tenía el conocimiento necesario para escribir por ella misma “La Doctrina Secreta”, “Isis Develada”, “La Voz del Silencio” y otros trabajos de casi inescrutable profundidad y sabiduría.

De acuerdo a Solovyof, H.P.B. realizó fraudes, mentía todo el tiempo y vivía una vida inmoral. Y también promovió la idea de que ella era una espía rusa. Este es el hombre que el Sr. John Algeo cree ser una buena fuente de documentación histórica. Es probable que el Dr. Algeo y su Comité evitaran leer el volumen de las “Cartas de H. P. Blavatsky a A. P. Sinnett”. Sería muy riesgoso para su política editorial hacer eso porque en ese volumen uno puede ver la verdad sobre el asunto fácilmente. Refiriéndose a la teoría de la “Espía Rusa”, H. P. Blavatsky escribió en Febrero de 1887, en una carta al Sr. Alfred P. Sinnett, quien era un caballero inglés:

“ Y pensar (...) que tu gobierno aquí y en India es tan estúpidamente corto de miras como para no ver, que no solamente no soy, ni nunca fui una espía rusa –sino que la prosperidad misma, el progreso y bienestar de la S. T. depende de que todo en la India esté calmado por muchos años (...) Yo amo a mis conciudadanos y a mi país mucho, pero amo a la India y a los Maestros mucho más, y mi desprecio por la estupidez del gobierno ruso y su diplomacia no conoce límites. [13]

La misma H.P.B. comentó sobre la carta de Solovyof en la que fue acusada de haberle escrito y enviado al servicio secreto de Rusia:

“Él [Solovyof] dijo que había visto en el Departamento Secreto documentos en los cuales yo me ofrecía como Espía del Gobierno Ruso. Él pretende haber traducido verbatim las cartas rusas que le envié y que Madam De Morsier las tenía en un gran expediente. Ahora bien, yo sólo le escribí tres cartas desde Würzburg en contestación a las de él –y lo que el Sr. G----d dice acerca de su contenido, es totalmente invención de principio a fin. Solovyof o está loco o actúa así porque habiéndose puesto en una situación comprometedora al hacerme una oferta de espionaje, ahora teme que yo hable y lo exhiba en San Petersburgo. Y sí lo haré, lo juro.” [14]

Entonces HPB revela el grado de ética personal del Sr. Solovyof:

“Voy a hacer la historia del hombre que me acusa a mí de inmoralidad en mi juventud, conocida por todo el mundo, que lo muestran a él viviendo con la hermana de su esposa a quien sedujo, y ¡haciéndola pasar por su legítima esposa!” [15]

En otro lugar, H.P.B. hace algunos comentarios con franqueza sobre la gente que cree, o pretende creer, en esa “teoría de fraude y espionaje”. Ella escribió:

“Esos (...) van a tener que explicar lo que ni mis calumniadores o siquiera la caterva de Padris y la Sociedad de Investigación Psíquica ha sido capaz de explicar hasta este día; a saber, el motivo de tal fraude. Ellos tendrán que explicar por qué, en vez de acumular y hacer dinero, yo he dado a la Sociedad cada centavo que he ganado escribiendo en periódicos; por qué, al mismo tiempo, casi me mato de exceso de trabajo e incesante labor año tras año, hasta que mi salud se deterioró, y que si no fuera porque el Maestro me ha ayudado repetidamente, ya hubiese muerto hace mucho por los efectos de tan dura labor voluntaria. En cuanto a la absurda teoría de espía rusa, si todavía encuentra crédito en algunas cabezas idiotas, hace mucho que desapareció, por lo menos de la mente de los oficiales Anglo-hindúes. [16]

En cuanto a las cartas falsas atribuidas a H.P.B., uno de los Mahatmas advirtió al Sr. Alfred Sinnett al respecto en 1884. Escribiendo acerca de los ataques realizados por la “Inglaterra eclesiástica y por la Anglo India oficial” en contra del movimiento teosófico, un Maestro escribió:

“El aire está saturado de la pestilencia de la traición. (...) Cada recurso infame será empleado en el futuro así como lo han hecho en el presente para desacreditarnos a nosotros como promotores que somos, y a ustedes como sus paladines. Pues la oposición representa enormes intereses creados, y ellos tienen la ayuda entusiasta de los Dugpas en Bután y en el Vaticano!”

Varias líneas más abajo, el Maestro clarifica:
“Ellos pueden tratar de cimbrar más aún de lo que han hecho ya tu confianza con cartas simuladas que alegadamente provienen del laboratorio de H.P.B., y otras cosas, o con documentos falsificados en que aparece confesando fraude y planificando repetirlo.” [17]

No es necesario para nosotros permitir que la traición se repita indefinidamente. [There is no need for us to allow treason to endlessly repeat itself.] En la primera mitad del siglo 21 es tiempo que los teósofos –incluyendo aquellos que pertenecen a la Sociedad Adyar –establezcan niveles mucho más altos de veracidad y ética en todas las áreas del movimiento. Esto no debería ser dificultoso. Hay razones para estar optimistas.

Una observación imparcial muestra que el movimiento teosófico tiene grandes y sagradas potencialidades para ser desarrolladas en este siglo. Cada verdadero teósofo, cómo y dondequiera que esté, puede INTENTAR y ayudar a desarrollarlas.

El movimiento teosófico es uno y el mismo a través de todo el mundo. No es posible la separación dentro de él, excepto en el plano externo del maya o ilusión.

La Solidaridad, un diálogo honesto en temas dificultosos y una responsabilidad ética en común son algunas de las guías más seguras para el futuro del movimiento.


NOTAS:

[1] Vea el artículo “Defending the Old Lady”, por Carlos Cardoso Aveline, en
www.esoteric-philosophy.com y www.filosofiaesoterica.com

[2] La edición de “The Letters of H. P. Blavatsky - Volume I” (TPH, USA, Diciembre 2003, pp.634) fue hecha por John Algeo, asistido por Adele S. Algeo y un Comité Editorial que incluye a Daniel H. Caldwell, Dara Eklund, Roberto Elwood, Joy Mills, y Nicholas Weeks. Debe ser dicho que Dara Eklund y Nicholas Weeks trataron de advertir al Editor en contra del uso de cartas falsas. El Editor decidió no atender su consejo. Unos años después de la publicación del volumen con las cartas falsas, Michael Gomes notificó que se había incorporado a este comité editorial. Gomes hizo este anuncio en su panfleto “Colonel Olcott & The Healing Arts”, Blavatsky Lecture 2007, TPH, Londres, pp. 52, 2007, p. 49.

[3] Robert Crosbie, en “The Friendly Philosopher”, The Theosophy Co., Los Angeles, 1945, vea p. 150.

[4] “The Voice of the Silence”, Traducido y anotado por H.P.B., Thosophy Co., Los Ángeles, 1987, Fragmento II, p. 33.

[5] “The Letters of H. P. Blavatsky to A. P. Sinnett”. edición facsímil, T.U.P., Pasadena, CA, USA, 1973, pp. 404, vea Carta XLVI, p. 114.

[6] Revista “The Quest”, Filosofía, Ciencia, Religión, Artes, volumen 92, número 1, Enero-Febrero 2004, páginas finales de la edición.

[7] “To Spy or Not to Spy: ‘The Letter’ of Mme. Blavatsky to the Third Section”, un artículo de la Dra. María Carlson, revista “Theosophical History”, Julio 1995, p. 225.

[8] “Theosophical History”, Julio 1995, p. 227

[9] “Theosophical History”, Julio 1995, p. 227.

[10] “Thosophical History”, Julio 1995, p. 228-229.

[11] “Theosophical History”, Julio 1995, p. 230.

[12] Para hallar evidencia de qué los historiadores dicen de Vsevolod Solovyof, vea el artículo “Defending the Old Lady”. Una referencia a este artículo se encuentra en la nota [1] arriba.

[13] “The Letters of H.P. Blavatsky to A.P. Sinnett”, T.U.P., Pasadena, California, 1992, p. 206.

[14] “The Letters of H.P. Blavatsky to A.P. Sinnett”, T.U.P., Pasadena, p. 208.

[15] “The Letters of H.P. Blavatsky to A.P. Sinnett”, T.U.P., Pasadena, misma p. 208.

[16] “Why I Do Not Return to India”, por HPB, en “H.P. Blavatsky Collected Writings”, TPH, India, Volumen XII, 1980, 859 pp., vea pp. 161-162. También “The Aquarian Theosophist”, Noviembre 2004, p. 04.

[17] “The Mahatma Letters to A. P. Sinnett”, edición T.U.P., Pasadena, California, 1992, 493 pp., vea Carta LV, p. 322. Esta es la carta 130 en la edición Cronológica (THP- Filipina)